La Fundación Leticia María es una organización sin ánimo de lucro que desde 2021 brinda apoyo a familias de recién nacidos en situación de vulnerabilidad, que con ocasión de su diagnóstico, deben iniciar sus primeros días de vida en Unidades de Cuidados Intensivos.
Nacimos del amor y el duelo, y hoy somos una red de buenas voluntades al servicio de miles de familias, convencidos de que toda madre merece sentirse acompañada, y cada vida, por pequeña que sea, merece una oportunidad.
A sus 18 semanas de gestación, Leticia María Sierra Gómez fue diagnosticada con Síndrome de Corazón Izquierdo Hipoplásico, una cardiopatía severa e incompatible con la vida. En medio de la incertidumbre de una pandemia, y los riesgos de un embarazo gemelar, sus padres con una fe inquebrantable, decidieron aferrarse a la esperanza y llegar a término el 25 de enero de 2021.
“ Ese día solo sentí gozo en mi corazón, sentí que todos los ángeles me acompañaron, los médicos se portaron muy bien conmigo y el nacimiento de mis niñas fue un momento sublime, las dos nacieron con el peso adecuado, respirando y de muy buen color.
Me entregaron a María Catalina desde el primer momento y a Leticia María se la llevaron para UCI Neonatal. Ya sabíamos que ese iba a ser el protocolo, sin embargo, yo creí que me iba a llevar a las dos para la casa. Los médicos nos decían que mejor no operáramos que igual mi niña no iba a sobrevivir, que para que la íbamos a someter a una cirugía que realmente no sabíamos cuál iba a ser el resultado ni cuáles iban a ser los efectos si llegase a vivir. Sin embargo, después de tres días decidimos someterla a las cirugías que fueran necesarias para salvar su vida.”
Leticia tuvo una primera intervención con éxito, y se preparaba para una segunda cirugía cuando a sus 10 días partió de este plano a la vida eterna.
“Mientras pasé por UCI estos 10 días, puede ver como muchos papás, (porque no sólo mamás) pasan por esta incertidumbre, de saber si su hijo va a amanecer vivo al día siguiente, esa pena de una mamá de no poder pasar más tiempo con su hijo recién nacido y en muchos casos vi como muchos no tenían, para comprar pañales, leche o dormían fuera de la clínica porque no tenían donde dormir. Es en ese momento cuando me doy cuenta de que había personas pasándolo peor que nosotros, donde además del dolor, cargaban con esa preocupación.
240 horas en este mundo bastaron para que en su nombre, miles de bebés y sus padres hayan podido recibir apoyo mientras transitan por una situación de enfermedad y/o fallecimiento.
Decidí en nombre de mi hija ayudar a esas personas, a esos papás que no tienen cómo comprar lo necesario para sus bebés en esos momentos difíciles, poder quitarles un poco su preocupación y que se puedan dedicar sólo a darles el amor que sus hijos necesitan mientras los puedan ver, son muchos los que se recuperan y van a casa y son muchos también como mi hija que se van. Hoy no me arrepiento de nada, cada instante que pasé con ella dentro y fuera de la barriga fueron momentos llenos de solo amor.
En varias madrugadas recibo mensajes o ideas que vienen a mi cabeza, de personas que pueden ayudarme con el legado de mi hija y es así como decido tocar puertas de personas que me ayuden para poner a funcionar este proyecto que es la FUNDACIÓN LETICIA MARIA”.
Martha Gómez Cárdenas, mamá de 3.
Dos en la tierra: Martín y María Catalina.
Una en el cielo: Leticia María.